La Fuerza
Nuestro ego, la mente consciente, hasta ahora ha sido dueña y señora. A partir de aquí no todo se doblega a nuestro capricho, hay que domar al león (nuestra sombra) con cariño.
2ª parte: el mundo interior
A partir de la carta 11, la Fuerza, se comienza un recorrido más profundo que nos lleva al aprendizaje arquetípicamente femenino y nos pone en contacto con el desconocido mundo de nuestras emociones más profundas y con el verdadero sentido espiritual de nuestras vidas.
Aqui vamos a encontrarnos con nuestra sombra, la parte rechazada de nosotros mismos. Las emociones e impulsos que nos dominan pueden ser aqui liberados y controlados, asi como las creencias limitantes. Se trata de aceptarnos como somos.
Nuestro ego, la mente consciente, hasta ahora ha sido dueña y señora. A partir de aquí no todo se doblega a nuestro capricho, hay que domar al león (nuestra sombra) con cariño.
No todo depende de tí. Hay momentos en lo que simplemente debes entregarte a la incertidumbre. Sé humilde, a veces hay que hacer un sacrificio o esperar.
Nada es eterno, todo nace y muere. Comenzamos a ser testigos del paso del tiempo, envecejemos. Nos habla también de mirar adelante, cerrar ciclos y abrirse a lo nuevo.
La guía de almas. Nuestro lado espititual, frente a lo material y mundano. Empezamos a valorar qué es lo realmente valioso y qué nos aporta felicidad. Nada es blanco o negro, todo está bien en su justa medida.
Una batalla se está gestando en nuestro interior. Lo que nos domina y somete, nuestras adicciones emocionales y físicas. Es también nuestra sombra, aquella parte nuestra rechazada y olvidada.
Es momento de romper con las viejas ataduras, las creencias y reglas morales que ya no sirven, Es una fuerza transformadora, buscando un cambio, a veces en forma de crisis.
Llega el descanso del viaje. Una pausa para conectar con la esperanza, mirar al pasado y esas otras batallas que hemos luchado y ganado. Ten confianza.
Es el reflejo de nuestro mundo interior, sus miedos y sueños. Quizás haya algun espejismo que vencer, para que no sigamos engañándonos.
Volvemos a ser como los niños que fuimos, alegres y curiosos, pero ahora con la sabiduría del adulto. Representa también el abrazo de nuestra sombra, la dualidad aceptada.
Una etapa en la que repasar lo vivido, y agradecer los aprendizajes hechos. Renacemos para volver a emerger triunfantes. liberados ya de lo superfluo.
En el final del viaje contemplamos todo lo vivido. Es el éxito y logro de la meta alcanzada. Somos más sabios, ahora podemos volver al origen y empezar un nuevo viaje.
Ahora te toca a tí saber en qué momento te encuentras y qué retos debes superar. Será una herramienta de ayuda.
Una tirada de tarot te permitirá conocer las claves de tu presente, tus dudas, miedos o bloqueos. No se trata de adivinar el futuro, sino cómo superar las pruebas del camino. El futuro está abierto, depende de tus elecciones.