No te precupes, no tengo escoba ni gato, ni siquiera hago conjuros. Soy una persona como tú, que descubrió de joven que tenía un don innato para ver en las cartas el problema o conflicto del consultante. No, no me gustó para nada ser visto como un tarotista que adivina el futuro y te soluciona la vida en cada consulta. Tu vida es tuya y tú tomas las decisiones. 

El tarot es mucho más que un oráculo. Detrás de los arcanos mayores hay un conocimiento muy antiguo, que conecta con las etapas que cada humano debe atravesar en la vida para su desarrollo personal. Sólo puedo, quiero y debo ayudarte a encontrar tu poder personal con el que enfrentar tus problemas. No es adivinar el futuro, es comprender tu presente.

Por muchos años dejé que mi vida transcurriera muy alejada del tarot. Pero lo que uno lleva dentro, nunca deja de reivindicar su lugar. Precisamente uno de los primeros pasos del viaje del héroe es hallar tu verdadero propósito de vida.

Es lo que me ocurrió a mí, ya adulto. Llámalo la crisis de los 40 o como quieras. No estaba alineado con mi propósito. Y ... ¿cuál era ese propósito?. 

Lo averigué unos años después, tras varias formaciones y cursos. Pero el primer paso era reencontrarme con el tarot y mi primera formación en 2014 fue "El camino del Ser", que recorre por etapas los 22 arcanos mayores, sanando e integrándolos en ti junto con su energía.

Utilizo diferentes técnicas pero el tarot y sus arquetipos es algo que llevo tan dentro de mi, que cuando los uso todo se vuelve lúcido. Combino el Tarot con las Constelaciones Famiiares y Sistémicas en Tarot Sistémico y con la PNL y el Coaching Generativo en El viaje del Loco.

Ahora voy a contarte mi propósito de vida: ser auténtico y ayudar a otros a encontrar su autenticidad. Ayudarte a que seas tú mismo. Ese ser único y especial, capaz de tranformar su vida, convirtiendo sus obstáculos en recursos y encontrando un potencial oculto.

He empezado diciéndote que no uso escoba ni tengo gato, ni hago conjuros. Pero no puedo asegurarte que no lo hiciera mi tatarabuela materna, Bertolda, que era de Trasmoz (el pueblo de las brujas), un pequeño lugar a las faldas del mágico Moncayo. 

Cuando recorro sus calles pienso en mi tatarabuela, y siento que mi nexo con ella y el tarot no es nada casual. Sólo he vuelto a casa.